Ideas para comenzar a escribir un guion de cine.
Las ideas para empezar a escribir un guion provienen de muchas fuentes. De una fotografía, de una situación que hemos vivido, de una canción, de una anécdota, de una asociación de ideas…Cualquier chispa puede encender la mecha necesaria y generar ideas. Escribir un guion de cine es contar una historia. Así que la respuesta a cómo escribir un guion de cine «con éxito» es sencilla: con mucho trabajo, regularidad y paciencia. Escribir un cortometraje nos puede llevar una tarde, una semana, o un mes.
Ideas para empezar a escribir un guion. Puede que ya tengas una idea de sobre qué quieres escribir. Tanto si es así, como si no, quiero compartir contigo un ejercicio muy simple para desatascarse en los bloqueos.
Tan solo tienes que tomar una hoja A4 en blanco y cortarla en 8 trozos de papel, otra opción es con una libreta pequeña o fichas de las que venden en la papelería. Ahora, escribe lo siguiente, poniéndole un título y una descripción breve de 2 o 3 líneas como máximo:
-4 decorados: Por ejemplo, exteriores como un parque infantil, la playa, un descampado, una piscina…También podrían ser una habitación juvenil, el despacho de un médico, una cocina, un cuarto de baño, un ascensor…
-4 personajes masculinos: Especificaremos su edad, y escribiremos una breve descripción física y psicológica. Por ejemplo, un adolescente misterioso y enigmático, un médico solterón de mediana edad, un cuidador de perros y cuidacoches…
-4 personajes femeninos: Lo mismo que con los personajes masculinos. Por ejemplo: una niña traga con gafas, una youtuber enganchada a los selfies, una bailarina de tango, una abogada defensora de los más desfavorecidos…
Una vez que tengas todas esas fichas, mézclalas al azar. Saldrán combinaciones muy locas, y otras no. Intenta quedarte con las disparatadas. Y hazte la pregunta de oro para impulsar cualquier historia: ¿qué pasaría si…? Y desarrolla ideas para empezar a escribir un guion que se pueda rodar.
Si quieres hacer esta historia realidad y no es solo un ejercicio para aprender a escribir un guion de cine, piensa en lo que tienes alrededor. Una de las cosas que me gusta de este ejercicio es que salen combinaciones que a priori nos pueden parecer absurdas. Pero no lo son. Uno de los tipos de historia que mejor funciona es la que se conoce como «pez fuera del agua». Por ejemplo, alguien que quiere ser o tener algo que no puede.
Parece algo obvio, pero muchas veces nos dejamos llevar por lo que nos viene a la cabeza en forma de imágenes, y lo olvidamos. Cuando queremos contar una historia, ya sea un chiste, un relato literario, o un relato audiovisual como es el caso de un guion, desarrollamos esa idea en tres actos: PLANTEAMIENTO, NUDO Y DESENLACE. Esta estructura narrativa ayuda a que nos interesemos por una historia hasta el final, ya sea un libro, una película o un videojuego. Hoy hablamos de la estructura de los tres actos y los puntos de giro. En la estructura narrativa de un guion suele haber ciertos elementos que impulsan el interés de esa historia. Es el orden en el que se van sucediendo todos los acontecimientos de una historia. La estructura es el esqueleto de una obra narrativa, y está relacionada con la temporalidad del relato. Y para hacer interesante una historia, el narrador decide cómo y cuándo muestra la información al espectador o lector.
La estructura narrativa de los tres actos está muy relacionada con la escaleta de un guion. En el caso del cine, la corriente más generalizada divide las películas en tres actos, y esa estructura narrativa de tres actos es el andamiaje sobre el que se suele construir la historia. Tanto si se hace de forma consciente, como inconsciente.
La historia debe presentar a los personajes, algo desestabiliza al mundo del protagonista y le hace perseguir un objetivo. A lo largo del desarrollo de la historia va encontrando obstáculos que le impiden conseguir ese objetivo, y en el último tramo, se resuelve o no esa incertidumbre planteada al principio. Y debe ser en ese orden, aunque la historia no tenga un orden cronológico, como veremos a continuación en los tipos de estructura narrativa.
-Estructura narrativa lineal: Se usa muy comúnmente en la literatura clásica es una estructura en la que las acciones se nos presentan de forma cronológica, de principio a fin.
-Estructura no lineal: La obra narrativa se estructura con saltos en el tiempo. Es decir, vamos descubriendo la historia con saltos en el tiempo hacia el pasado (flashback) o hacia el futuro (flash forward). Si los viajes son hacia el pasado, también se les llama Retrospectiva. Y hacia el futuro, serían Anticipaciones.
-Estructura interactiva. Es más propia de la literatura y los videojuegos, ya que se basa en que el lector o espectador interactúa con la historia, decidiendo el orden en determinados momentos. Es el caso de una película que la estructura narrativa de la película está construida buscando la ambigüedad, de tal forma que al final de la película tú decides qué es lo que has visto. Siendo interactiva solo al final y no durante el relato.
-Estructura narrativa inversa: La historia comienza por el final, y va avanzando hacia el principio. Es una estructura compleja tanto para un creador, como para un espectador. Pero si se hace bien, es un tipo de narración que impulsa la historia a otro nivel.
-Estructura narrativa que comienza en medio de la acción: La estructura narrativa conocida como “en medio de la acción” es un tipo de estructura no lineal. El principio de la historia nos sitúa en medio del relato, y luego vuelve atrás en el tiempo para narrar desde el comienzo y que comprendamos qué le ha llevado hasta ahí. Cuando llega a la parte central, retoma la narración y prosigue hacia el final de la historia de forma lineal. Por ejemplo, empezar con un personaje desorientado que no sabe qué le ocurre, ni dónde está, y poco a poco va descubriendo qué es lo que le ha llevado a esa situación.
-Estructura narrativa in extremis: Es otra variación de la estructura narrativa no lineal, pero no empieza con la parte media, sino con el final de la historia. O directamente, con el final de la vida del personaje. También se le llama estructura maestra de destino, o circular.
-Racconto: El llamado racconto o narración pre-activa son escenas retrospectivas del pasado e intercaladas, que van progresando de forma lineal hasta llegar al momento inicial del punto de partida de la historia. Van más allá del flashback puntual, integrándose en la estructura narrativa en forma de líneas temporales paralelas.
-Antiestructura: Es lo que también se llama la anti-trama. Presenta un orden inconexo de los acontecimientos, aunque predomine la narrativa lineal, y también se puede caracterizar por el uso de la casualidad frente a la causalidad.
-Estructura de contrapunto: Se basa en la repetición del mismo acontecimiento, pero afrontándolo cada vez desde un punto de vista distinto.
Cómo construir una estructura narrativa en cine: A priori, construir una estructura narrativa para cine parece algo sencillo. Como ya he dicho, todas las historias suelen tener un planteamiento, un desarrollo o nudo, y un desenlace. Pero es más sencillo verlo desde fuera, que desde dentro, cuando estamos escribiendo.
Siempre que contamos una anécdota que nos haya pasado, aunque sea de forma inconsciente, acaba con un desenlace. Da igual que sea un cortometraje, o una película de tres horas. Ese planteamiento, nudo y desenlace está de forma natural en cada historia. A esta estructura de planteamiento, nudo y desenlace también se le llama estructura de tres actos.
Cuando empezamos de cero a escribir un guion de cine y desarrollar una idea, suele ayudar saber cómo va a empezar y cómo va a terminar la historia. Luego desarrollaremos lo más difícil, que es el segundo acto donde se desarrolla el conflicto. En este segundo acto, las dificultades del protagonista para conseguir su objetivo irán ¨in crescendo¨.
Además, al final del primer acto y del segundo acto encontraremos lo que se llaman nudos o puntos de giro. Esto quiere decir que se produce un gran acontecimiento que nos empuja hacia el siguiente acto. En el caso del primer punto de giro o primer nudo, se suele considerar cuando el protagonista tiene claro cuál es el objetivo que tiene que perseguir. En el caso del segundo punto de giro, suele haber un momento en el que el protagonista cree que no lo conseguirá, pero finalmente vuelve a perseguir este objetivo.
Es bastante más fácil analizar esta estructura cuando se trata de guiones de largometraje que de historias cortas. Sobre todo porque a veces un cortometraje puede que sólo conste de un acto. En cualquier caso, pensemos que para que haya historia, tiene que haber un objetivo por parte del protagonista. Y lo importante es que nos pongamos a escribir, ningún guionista escribe igual que otro. Hay quien da mucha importancia a la estructura de los actos antes de escribir. Hay quien, por el contrario, se lanza a escribir y escribir todo lo que imagina, y luego analiza la estructura para hacer cambios.
Probablemente el que más se ha impuesto en cuanto a la estructura de un guion ha sido Syd Field, que llamó a estos tres actos Planteamiento, Confrontación y Resolución. Syd Field puso a su estructura narrativa de tres actos el nombre de “Paradigma”. Básicamente, el paradigma es un esquema que nos ayuda a visualizar los acontecimientos más importantes que van a suceder en la historia, antes de sentarnos a escribir.
La estructura de tres actos de un guion
Si trazamos una línea temporal, una película suele dividirse en tres actos. El paso de uno a otro acto se hace a través de los puntos de giro. El Primer Acto ocupa aproximadamente una cuarta parte de la película. Es decir, si la película dura 12 minutos, ocupará aproximadamente unos 2,5 o 3 minutos, que será el momento en el que se producirá el primer punto de giro. Entonces entraremos en el Segundo Acto, que ocupa aproximadamente la mitad de la película. Es decir, aproximadamente 5 minutos si la película dura 10 minutos. El segundo acto terminará con un segundo punto de giro que nos llevará hasta el Tercer Acto, que ocupa más o menos otra cuarta parte, aunque suele ser más corto que el Primer Acto.
ACTO I: -Planteamiento: En el Primer Acto se suele presentar al personaje o personajes protagonistas, y el mundo en el que viven. Es decir, se presenta el contexto de la historia. Hay que hacerlo de una forma atractiva y sin olvidar nunca que lo que motiva el interés del espectador es que exista conflicto en cada escena. No se trata de presentar escenas aburridas. Hay que hacerlo interesante. En estos primeros minutos vamos a descubrir la relación que hay entre el protagonista y otros personajes, y conoceremos las reglas del mundo donde transcurre la acción.
-El detonante en la estructura narrativa: En algún momento de este Primer Acto, va a suceder algo que romperá el equilibrio en el que se encuentra el protagonista. Este suceso se suele llamar de diferentes formas: detonante, incidente incitador, desencadenante, catalizador, punto de ataque… Lo normal es que suceda una vez que ya hemos conocido un poco al protagonista o protagonistas de la historia. Aunque también hay historias que arrancan prácticamente con el detonante al mismo tiempo que presentan a los personajes, y nos atrapan prácticamente desde el principio. Este suceso va a desequilibrar el mundo del protagonista, y es el que va a hacer que el protagonista tenga que afrontar ese conflicto principal. Es decir, es el que hace arrancar la trama principal de la película.
-El debate o crisis antes del primer punto de giro: Tras ese suceso, el protagonista no tiene por qué querer afrontar su objetivo todavía. En este periodo se puede producir lo que se llama una crisis o debate. Es decir, el protagonista duda si afrontar o no el objetivo de la trama principal. Pero finalmente le tiene que suceder algo que hará que llegue ese momento, y le empuje a afrontar el reto que tiene por delante. Y es entonces cuando se produce el primer punto de giro, cuando el protagonista debe tomar las riendas de la situación. Lo normal es que esté alrededor de 2,5 minutos a 3 en los cortometrajes. Y es entonces cuando empieza de verdad el desarrollo de la historia: el segundo acto.
ACTO II: -El nudo o confrontación: El segundo acto, que es el desarrollo o nudo de la historia, es el más difícil de escribir. No sólo es el más largo, sino que además es el que pone a prueba al protagonista, y también la paciencia del espectador. Porque aquí es donde está el jugo de la historia que le hemos prometido en el primer acto. ¿Cuántas películas has visto que empezaban muy bien y prometían ser una gran historia, pero no nos ha terminado de convencer a partir de la mitad? En el segundo acto hay muchas cosas en juego. Hay que conseguir mantener la tensión en todo momento y hacer que el objetivo del protagonista parezca más cerca pero más lejos al mismo tiempo… Además, es bastante probable que incluyamos sub-tramas, que también tienen que ser interesantes y tienen su propio planteamiento, desarrollo y desenlace… También en el segundo acto es donde se suele desarrollar más al antagonista. Es decir, al personaje que impide a nuestro protagonista conseguir su objetivo… Si es que hay un personaje, porque el antagonista puede ser una debilidad del propio protagonista, o una institución, o un ente que no vemos, o algo climático físico que se interpone. Es decir, que aquí nos lo jugamos absolutamente todo. Tenemos que llenar de obstáculos el camino del protagonista hacia la consecución de su objetivo.
A la vez, esos obstáculos deberían ser cada vez más grandes, pero también tienen que ir sucediendo de una forma “natural” para que el espectador no note la presencia del guionista. Y precisamente por ser el acto más largo, muchas veces se recurre al llamado Midpoint.
-EL MIDPOINT o PUNTO MEDIO: El midpoint o punto medio es un punto de inflexión en mitad del segundo acto. En realidad, funciona casi como un punto de giro, y nos ayuda a mantener el interés. No es que cambie el objetivo del protagonista, sino que puede darle un giro en otra dirección, impulsando el interés de la historia y la tensión, y dividiendo el segundo acto o nudo, en dos partes. Y esto hace que muchos guionistas no estén de acuerdo con que haya tres actos, sino que piensan que puede haber cuatro o cinco, dependiendo de los puntos de giro que haya en la historia. Una vez que ya hemos pasado el midpoint, nos vamos acercando a ese final del segundo acto, es cuando llega el segundo punto de giro.
-El segundo punto de giro: Que al menos para mí es el que más me cuesta identificar en muchas películas. Es muy fácil de ver si nos fijamos en el modelo de película comercial que hemos visto mil veces. Justo antes del tercer acto, el protagonista suele pensar que es incapaz de lograr su objetivo. De hecho, prácticamente se ha rendido. El obstáculo parece insalvable, pero de pronto sucede algo que hace que el protagonista afronte por fin el objetivo. O puede que tenga un mentor que le haga ver que está equivocado, que sí que puede. Es decir, lo importante es que ahí ya el protagonista se viene arriba y se dice: -Adelante!, vamos a por el segundo punto de giro y acabemos con esto.
Tercer acto: desenlace o resolución: En el tercer acto se va a producir el desenlace. A lo largo de la historia, hemos visto sufrir a nuestro protagonista para llegar hasta este preciso momento. Durante ese segundo acto, ha tenido que superar una serie de obstáculos que probablemente le hayan hecho más fuerte, o le hayan hecho cambiar. Y a partir de aquí ya debe ser todo tensión, porque se acerca el final y no sabemos qué le va a suceder a él y a sus aliados, que se lanzan hacia la conquista final del objetivo que han estado persiguiendo. En algunas películas hay un anticlímax, que parece que es el final, pero luego no lo es. Eso es una apuesta arriesgada, puesto que el público no lo suele aceptar muy bien. Pero también es una herramienta a tener en cuenta. Hasta que llega ese momento final en el que está en juego absolutamente todo, que es el clímax. En una película de acción es muy fácil. La batalla final entre el protagonista y el antagonista. Pero también en la mayoría de las películas suele ser bastante fácil de identificar. Es ese momento en el que el protagonista tiene esa escena final en la que consigue o no su objetivo.
-Tipos de finales. Una historia sólo puede acabar de tres formas: bien, mal o regular.
¿Qué quiere decir regular? Pues que por un lado puede que el protagonista consiga su objetivo, pero es probable que haya perdido a alguien importante por el camino…Puede que haya tenido que sacrificarse con su vida para que acabe bien… O que haya conseguido su objetivo, pero no es lo que esperaba…Y también en algunas historias puede que con el clímax se produzca un “reconocimiento o reencuentro” con el personaje. El significado de este concepto es “dejar de ignorar”, y significa que el protagonista, cuando la historia llega a su clímax, descubre algo que ha ignorado durante toda la película o la novela. ¿Ejemplos de esto? Cuando en un thriller policiaco el protagonista descubre por fin quién es el asesino. O también cuando el protagonista descubre algo sobre sí mismo que lo cambia todo. Por ejemplo, que estaba muerto desde el principio.
Deseo y necesidad del protagonista
Y al final de la historia también están en juego que se consigan el deseo y la necesidad. Es decir, puede que el protagonista no consiga lo que desea, pero sí lo que necesita. O al revés. Puede que consiga ambas. Puede que no consiga ninguno de ellos…Pero en el cine de las últimas décadas, probablemente la mayoría de las películas que mejor funcionan son las que tienen un final regular. Es decir, acaban bien, porque a la gente le suelen gustar los finales felices. Pero siempre hay algo que se sacrifica por el camino. Esto es cuestión de gustos. No hay película ni historia que contente a todo el mundo. Y esa es la gracia también de contar historias. Tenemos que asumir que nuestras historias no tienen por qué contentar a todo el público. Esas son las reglas del juego.
Y ahora vamos a ver cómo usar esta estructura que hemos visto a la hora de escribir un cortometraje.
¿Tiene un cortometraje tres actos?
La mayoría de la veces, no. Más que nada, por una cuestión de tiempo. Esta estructura que hemos visto está pensada para mantener la atención del lector o del espectador durante un tiempo relativamente largo. En los cortos, la mayoría de las veces suele haber un solo acto, que acaba con un punto de giro, y fin de la historia. Por eso hay muchos cortometrajes de unos 10 o 15 minutos que realmente funcionan como el primer acto de una película. Ahora que no tengan tres actos no quiere decir que no tengan un planteamiento, un desarrollo y un desenlace. Y sobre todo, no quiere decir que no haya un detonante que impulse la historia. Y que no haya conflicto. Todas las historias lo tienen. Aunque sean cortos, necesitamos un principio, un desarrollo y un final. Porque si no, el espectador probablemente se aburrirá y se quedará insatisfecho. Aunque debido a la duración, el formato cortometraje nos permite dejarnos llevar un poco y experimentar también con la narrativa. Es decir, que aquí podemos dejarnos llevar un poco por nuestra intuición. Aunque si se trata de un corto de más de 10 minutos, yo pensaría muy bien la estructura narrativa. Hay que hilar muy fino para hacer una buena historia en tan poco tiempo. El espectador de hoy en día no tiene tanta paciencia como el de hace unas décadas. Queremos que las cosas vayan con ritmo.
¿Qué quiere decir esto? Que está bien conocer la teoría. Pero no por seguir unas instrucciones vamos a escribir una buena película.
La práctica es más importante que la teoría
Lo más importante es que tenga alma, que tenga pasión, y contar una historia interesante, el consejo es: analiza todas las películas que veas. Intenta identificar los actos para reflexionar sobre la estructura narrativa, pero sobre todo: escribe y equivócate. Y escribe historias que te apasionen. Porque así es como más se aprende. Haciendo y equivocándose.
Cómo se aprende a escribir guiones
Entonces, ¿los guionistas de todas las maravillosas películas cómo aprendieron a escribir guiones? Pues exactamente igual que tenemos que hacer ahora. Escribiendo mucho, estrujándonos la cabeza para sacar el máximo partido a nuestras historias, y sobre todo conociendo y analizando otros ejemplos de narrativa cinematográfica, literaria, teatral… Para ser guionista es recomendable leer mucho y consumir historias de todo tipo, y no sólo ver películas y series, y leer guiones y manuales de guion. Por supuesto que estos libros ayudan, pero no son manuales de instrucciones. Ojalá fuese tan fácil. Estos manuales de guion nos ayudan a analizar las peculiaridades de contar historias para el cine. Y sobre todo, a intentar mantener la atención de espectador durante más de hora y media, que no es nada fácil. Pero contar historias es algo universal y forma parte del ser humano. Así que sobre todo déjate llevar por la historia.
El tema de una película: cómo descubrirlo:
El tema de una película suele ser ignorado por los que somos guionistas o directores primerizos. Sin embargo, es fundamental tener claro el tema para hacer una buena película. El tema de la película forma parte de esa primera fase, en la que estamos empezando a pensar la idea sobre la que construir la historia. Definir el tema de una película no es fácil. Sobre todo, porque encontramos diferentes enfoques según quién lo explique. El tema está relacionado directamente con lo más importante de una historia: qué queremos contar. Toda historia tiene un protagonista, un objetivo principal, y un antagonista. ¿Pero cuál es el trasfondo de esa historia? ¿Qué enfoque tiene? ¿Qué pretende decirme? ¿Sobre qué trata la historia en su aspecto emocional, más allá de su estructura dramática? El tema puede ser el motivo por el cual el guionista quiere escribir esa historia. El tema sería la expresión del sentido moral de la historia. Pero esta expresión debe ser implícita. Debe manifestarse a través de las acciones de los personajes, no de diálogos. Así que el tema es el qué de la película, y para él es muy importante, ya que determinará el cómo: el casting, los decorados, la fotografía, el montaje, la música…A veces una película puede tratar varios temas. En alguna ocasión incluso el tema es descubierto al terminar la película, y que hay películas que tratan sobre tantos temas, que le es imposible definir sólo uno.
-Diferencia entre idea y tema de una película: El tema está relacionado íntimamente con la idea. La idea de la película suele contener tanto las bases dramáticas de la historia (protagonista y objetivo), como la base temática (el concepto universal sobre el que gira la historia). La idea se suele escribir en apenas 4 o 5 líneas. Y nos cuenta quién es el protagonista principal, su objetivo y su conflicto principal (antagonista). Y de forma implícita, deja entrever el tema de la película.
-Cómo descubrir el tema de una película: la manifestación del tema aparece siempre en lo que se llama la escena obligatoria, que es esa escena final en la que el protagonista se lo juega todo al llegar el desenlace de la historia. Me parece una apreciación muy lúcida, ya que tiene toda su lógica. El momento en el que el protagonista se enfrenta por fin al conflicto principal y al antagonista, determina lo que nos quiere contar finalmente esa película. El tema también tiene importancia con respecto al desarrollo de personajes, los personajes deben estar relacionados con el tema de alguna forma. Y esto es fundamental, ya que las sub-tramas deben abordar el tema de una película desde otros puntos de vista. Así es cómo conseguiremos una gran historia con profundidad y coherencia, y personajes tridimensionales que aporten riqueza al conjunto.
Conclusión final: no es fácil definir el tema de una película en los primeros compases de la escritura. Obviamente, es mucho más fácil verlo una vez que ya está hecha la película. Sin embargo, si no tenemos claro el tema de la película, podemos vernos abocados al naufragio tanto durante la fase de guión, como durante el rodaje. Así que la próxima vez que vayas a escribir o dirigir, hazte estas preguntas: ¿sobre qué quiero hablar? ¿Cuál es la afirmación ética o moral que se manifiesta en el desenlace de la historia? Elige cinco películas que te hubiera gustado escribir, e intenta describir cuál es el tema de la película.